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Torralba, "bodoque de cuevas"

Villa alcarreña situada al noroeste de la provincia, en las estribaciones de la vertiente norte de la sierra de Bascuñana.

La población está asentada junto a la carretera local que parte de la nacional Cuenca-Guadalajara.

Poblamiento medieval en torno a la ladera y pies de un cerro coronado por un castillo, restos de arquitectura militar, y horadado por cuevas y bodegas de vino.

En Torralba, se ha celebrado la primera Jornada de Cuevas Abiertas en el 2008. El objetivo es fomentar el uso de uno de los lugares más representativos del municipio: las cuevas en las que todavía hoy se sigue haciendo vino.

Enclavadas en el entorno del cerro del castillo árabe, las cuevas son la seña de identidad de Torralba. Hay cerca de 200, aunque en esta jornada de cuevas abiertas sólo se pueden visitar 15. Son tan antiguas como la historia del pueblo. No hay dos cuevas iguales y han pasado de padres a hijos por vía oral. En Torralba se siguen utilizando para hacer el vino. Las cuevas reúnen las mejores condiciones para elaborar y conservar el vino, que tomado en este entorno y con amigos, sienta mucho mejor. Las cuevas son punto de encuentro de los vecinos en verano. Por eso con esta jornada se pretende fomentar su uso todo el año. Ante el éxito de esta primera Jornada de Cuevas Abiertas los organizadores se plantean darle continuidad. Esperamos que sea así y pronto nos tendrán allí a un montón de paisanos para probar esos vinos y darnos un paseo por este precioso entorno alcarreño.

El trazado urbano se articula en torno a un eje perfectamente definido por la Plaza Mayor y una plazoletilla, comunicadas ambas por una calle de considerable anchura, quedando limitado por las estribaciones del cerro y la calle del Arrabal.

La toponimia conservada (calle del Arrabal, calle del Postigo...) indica que fue posiblemente un recinto amurallado. Añadiendo a esto la excelente edificación de carácter popular, nos encontramos ante un conjunto urbano de los más interesantes de la provincia.

El propio cerro, a cuyos pies se sitúa la población, constituye un espacio natural y cultural importante, debido a su carácter de asentamiento de construcciones diversas.

En primer lugar, aparece coronado por los restos de un castillo, elemento de gran importancia paisajística. Y, por otra parte, el cerro se encuentra excavado por un sin número de cuevas-bodega de vino típicas de la zona, de evidente calidad ambiental e importancia formal, pues algunas muestran una gran categoría constructiva.

La ermita de Ntra. Sra. de las Nieves, en las afueras del pueblo, es una iglesia de los siglos XV-XVI, de planta y sección basilical, de tres naves, con ábside y capillas cubiertas por bóvedas de arista, la mayor de las cuales contiene frescos de inspiración popular. Las naves se cubren con estructura de madera vista, sobre pilares octogonales en piedra; los cabezales de los mismos y las mensulillas están labrados, así como el artesonado de las esquinas que rematan la nave central en su encuentro con el cabecero. En los pies, coro, con barandilla y canecillos también tallados. Hay rejería de madera de bolillos policromada separando la capilla mayor y las laterales del resto. También se conserva el solado primitivo.

Exteriormente, conserva las portadas lateral y frontal, de estilo gótico tardío, enmarcadas por alfiz y cubiertas, ambas con porche sobre columnas de piedra de orden clásico y escudo episcopal. Cubierta a dos aguas, se remata frontalmente, a los pies, por espadaña de dos ojos. Conserva un importante contenido mueble: retablo mayor barroco, abundante imaginería, una pila bautismal, así como los restos despiezados del sepulcro de don Luis de Salcedo, caballero de Santiago, oidor, natural de Torralba y nacido a finales del siglo XVI, procedentes de la antigua iglesia parroquial, desaparecida.

La historia de Torralba está ligada a la de su castillo, del que solo quedan unas ruinas. Por célula de 29 de junio de 1311, el rey Fernando IV, ordenó que Torralba se sometiese al Concejo de Cuenca. En un privilegio, confirmado por Enrique II el 15 de abril de 1370, se concede a D.Alvar García de Albornoz, hermano del cardenal Gil de Albornoz, las villas de Torralba y Tragacete con sus castillos, términos y vasallos. Residió en ella bastante tiempo Enrique de Aragón, abandonándola alguna vez para apaciguar, en Cuenca, los ánimos encontrados de los Hurtado de Mendoza y Vázquez de Acuña. En esta villa terminó su libro "Arte Cisoria" el 6 de Septiembre de mil cuatrocientos veintitres.

Uno de los personajes famosos que ha pasado por este pueblo es Alonso Carrillo de Albornoz, Cardenal de San Eustaquio, Obispo de Sigüenza y Arzobispo de Toledo (1384-1434), del que se conservan dos escudos, uno en una casa particular y otro en la Ermita de Nuestra Señora de las Nieves.

Los datos más antiguos que se conocen del pueblo de Torralba, datan del tiempo de los romanos, quedando ruinas de la V calzada romana que iba desde Mérida a Zaragoza.

De la época Romana data la mina de yeso (Lapis specularis) de donde se extraía el espejuelo, un yeso cristalizado muy apreciado por los romanos y utilizado a modo de cristal en las ventanas y decoración de paredes y suelos. De esta mina se conserva una torca en el paraje conocido como "Santa Quiteria" y una entrada en el paraje de "La Dehesa" aunque nadie ha podido confirmar si realmente están comunicados ambos emplazamientos.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Donde dice al noroeste de la provincia se entiende que es de la de Cuenca. Gracias

Ana dijo...

Gracias por el post de Torralba, veo que para no se r de aquí conoces bien la historia. Me queda una duda, de dónde has sacado la información de que la Torca de Santa Quiteria tenga alguna relación con la mina romana?, yo lo escuchaba como cuentecillo de pequeña, pero hacía muchos años que ya no se habla de eso y me llamó la atención que tú lo conocieras, aunque no sea más que una leyenda "rústica".
Felicidades por el sitio.
Ana Cortinas

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